En esta fotografía trato sobre todo de jugar con la perspectiva. La perspectiva, en este caso, engañosa. No solo puede verse en la desproporción de los personajes respecto del entorno, sino que también puede verse esa desproporción en las distancias (la niña está mucho mas lejos que la torre-cima, ladera-, sin embargo puede acariciarla y parece que esté a su lado). También juego con la confusión y fusión entre lo natural y lo urbano con ese río-ciudad que surca la montaña (se trata del paseo del prado de Madrid repetido dos veces). Por cierto, el barranco es artificial... Dejo también la foto original para que comparéis...
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